miércoles, 11 de enero de 2012

Distancias





Hablar de distancias es hacer camino, es ser encuentro, abrazo y caricia.
Y es que esa lejanía hace percibir al cuerpo lo que el corazón siente cerca. No importan fronteras ni barreras, pues al cerrar los ojos todo parece cerca. 
Nos llenamos de distancia cuando creemos en imposibles, cuando le damos la espalda a las ganas y miramos de frente a la incredulidad.
Oprimimos al corazón con ráfagas de imposibles, cuando le hacemos soñar con los besos de unos labios que no podrá tocar, cuando empieza a suspirar por alguien que no siempre va a estar.
Escribimos sobre distancia para hacer camino bajo el lápiz y cruzar fronteras con letras que descansan en hojas y ojos enamorados. Las letras son refugio de amor, por que no saben de nacionalidades o fronteras. Las letras son escondite para un sentimiento que no quiere morir entre relojes y líneas de tiempo olvidado.
Amamos a distancia por no querer mirar más allá de nosotros y de la espera que cultivamos.
Amamos a distancia quizá por que el corazón no ha aprendido a apreciar lo que existe en su propio jardín.
La distancia nos abraza cuando nos resignamos a esperar, amando en su regazo.
Aunque la distancia figure como protagonista, no habrá problema para que su nido sean las letras y sus rimas. Al corazón se le hace fácil esperar cuando no vive del reloj y su tick tack.
En nada podemos engañarlo, por que puede sentir a ojos cerrados, aquel amor que late lejano.
Por eso y más, hagamos de letras, encuentros. Hagamos claudicar distancias en abrazos de amor.

No hubiese sido posible este amasijo de distancias sin el maravilloso aporte de la bella @ultravioleeta.